Lunes de Ktarsis: Internet

 

Érase una vez escribir cartas a mano y buscar información (entiéndase “pornografía” o chismes de famosos) en revistas y libros.

Si si, esto supo ser un gran "avance tecnológico"... en 1440.

Contrario a la creencia popular, el mundo ya existía antes de 1996.
Fueron tiempos de lamentar la muerte de Kurt Kobain, tener alguna variante de Nintendo en tu casa y sentirte moralmente superior a todos los infelices que vivieron en la década de los 80. Tiempos en que nadie tenía celulares, Internet, o televisión por cable. La gente se comunicaba a distancia por teléfono “fijo” o “de línea”, y de hecho, no hacía falta especificar el tipo de conexión. La alternativa en telecomunicaciones era una especie de pieza de LEGO sobredimensionada cuya batería duraba incluso menos que los momentos de lucidez mental de Omar Gutiérrez.

Luego llegó ese momento muy extraño en el que las computadoras empezaron a venir con entrada para línea telefónica y nos podíamos conectar a una red de información novedosa y rara llamada “Internet”. Primero había que configurar la PC para que marcase un número de teléfono específico (en Uruguay el 09091234), y entonces escuchábamos el ya famoso ruidito de fax, similar al sonido de una calculadora con diarrea…

**Prriii-piwoo-piwooo-brruumm-teiiiiiiit**

 

Así podíamos “navegar” por ese vasto y maravilloso mundo nuevo, pagando un ojo de la cara y sin conseguir nada útil (algo que se ha mantenido más o menos igual hasta el día de hoy).


Los inicios…
Los primeros cinco años de vida de Internet se asemejan a los de cualquier niño, es decir, lo que más había era inocencia, balbuceos incoherentes y mucha pero mucha caca. Al principio nadie hablaba de cosas como “Ancho de Banda”, “Redes Sociales”, “Youtube”, “Google” o “eso buscalo en Taringa!, boludo”. Lo que más se destacó de esos años fue:

-Tres o cuatro páginas Web decentes:
Hasta que no llegamos al Siglo XXI, no supimos armar sitios Web que realmente sirvieran para algo. La mayoría tardaban en cargar, carecían de algún tipo de información útil y parecían haber sido diseñados por un cavernícola daltónico.

 -Millones de personas comunicándose:
¡Rápido! Qué es lo primero que se te viene a la mente si te digo “anonimato”.
Si te imaginaste un gordo baboso tratando de levantarse pendejas de 14 años en un Chat colectivo, entonces podés retirar tu premio haciendo clic acá.
Siendo justo, no es que esto se diera en todos los casos. Pero el cliché de mentir sobre nuestra edad y apariencia se volvió costumbre en esos tiempos de “Salas de Chat” y foros baratos. Yo nunca tuve que mentir porque siempre fui rubio, de ojos azules, midiendo 1,90 y con abdominales que le darían envidia a cualquier caja de ravioles.

-E-mail:
Ahora no nos acordamos, pero hubo una época en la que todos los comunicados se hacían por fax o correspondencia interna. La velocidad y la comodidad con la que los mensajes comenzaron a circular gracias al e-mail generaron todo un nuevo nivel de dificultad en inventar excusas para no laburar… y encima nos tuvimos que fumar películas pelotudas de Tom Hanks y la otra mina que nadie se acuerda.

La razón por la que Tom Hanks decidió "perderse" por unos años en una isla de mierda.


La evolución…
A partir del año 2000 las cosas empezaron a mejorar y los diseñadores de páginas Web habían adquirido un mínimo sentido de la estética, mientras que las empresas comprendían la importancia de brindar información de manera precisa y clara a efectos de seguir vendiendo basura.
También fue la época en que aparecieron cosas como:

-¡¡¡Porno gratis!!!!
Lo que antes se conseguía en locales de revistas, la sección para adultos del videoclub o el cajón con llave de tus padres, ahora estaba disponible para todos. No voy a hacer mucho hincapié en esto salvo para dar el siguiente dato… hoy en día, con la cantidad de sitios web para adultos que existen (unos cinco millones), hay más horas de porno disponibles de lo que un ser humano puede ver en toda su vida. Solo para aclarar, esto quiere decir que actualmente hay más de 700mil horas (80 años) de material pornográfico gratuito en Internet. Por lo tanto, no hay realmente nada que justifique que te quedes mirando fotos de minitas/pibes en Facebook.

En serio. No hay excusas que valgan.


-Piratear basura se puso de moda:
Napster, eMule, Ares, Taringa! y otros varios se transformaron en una especie de Chuy masivo de Internet, solo que con menos espetos corridos y más virus de computadora. Antes, la mayoría de los videojuegos, películas y programas se conseguían pirateados en los puestos de cualquier feria (y en algunos locales). Si bien esas opciones siguen existiendo, el gran cambio fue que ahora realmente se puede descargar todo desde la web, con permiso o de manera ilegal. De vez en cuando una empresa pega el grito en el cielo y algún gil va en cana mientras otros dos respaldan todo y lo vuelven a subir para que se pueda seguir pirateando por el resto de la eternidad.

-Google, Youtube, las Redes Sociales y tu vieja:
Las páginas de búsqueda cambiaron la forma de navegar por Internet. Mientras que Youtube revolucionó la manera de generar y acceder a contenidos, nunca antes se habían visto tantos videos de gatos, bebés y peruanos haciendo estupideces en nuestros monitores. Por otra parte, las redes sociales generaron lo que se denomina “realidad aumentada”, que viene a ser eso de compartir información propia con los demás, acercándonos, barriendo fronteras y permitiendo que tu vieja vea las fotos del tremendo pedo que te agarraste aquel fin de semana que le dijiste que estabas con gripe.

"Me quedé en casa tranqui y después me fui a dormir temprano"


La actualidad…
Tenemos millones y millones de opciones para todo.

En Internet hay tanta información, intereses económicos y estupidez como en el discurso de cualquier político que se precie como tal. Noticias, modas, tecnologías, opiniones, estudios serios, estudios truchos que dicen ser serios, publicidad, videos, textos, música, fotos… la lista es interminable. Cada empresa pequeña o grande tiene una página Web, todos los días se envían cientos de miles de correos electrónicos, la mitad de los cuales tienen Powerpoints pelotudos que pretenden subirte el ánimo, y la otra mitad pretenden aumentar el tamaño de tu pene (lo que en mi caso resulta absurdo porque no hay manera de que mi pene sea más grande sin que le tenga que comprar ropa y darle su propio cuarto).
La Universidad de Berkeley hizo un estudio donde calcula que en la Web se genera información suficiente como para crear 37.000 bibliotecas públicas CADA AÑO.

Crear 37.000 de ellas por año no estaría tan mal.

 

Pero nada de eso importa, porque gracias a los forros que promueven la «Web 2.0»  nos pasamos la mayor parte del tiempo escribiendo pelotudeces en Facebook o Twitter, quejándonos en la sección de comentarios de portales de noticias y Youtube, o redactando artículos poco serios que algún distraído permitió que se publicaran en una página web como esta.

Así que ahora ya tenés de que quejarte en la sección de comentarios.

 Muchas gracias a Bruno Demuro y Cacho LaGarza por el asesoramiento,
lástima que sean unos cabrones y me cobren medio sueldo cada uno… par de putos.

El TaTa escribe los Lunes de Ktarsis a cambio de comida y cerveza. Podés seguirlo vía Twitter o en Facebook, a tu propio riesgo.

 

 

 

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