Adopte un jugador de «fóbal»

El breve impasse que experimentó esta columna no se debe al hecho de que los redactores se encontraran de vacaciones en algún balneario de las costas uruguayas, colándose en un camping y entregándose a bacanales de diversa índole. Más bien, se encontraban huyendo de los acreedores que reclamaban deudas adquiridas durante las fiestas. Es por eso, que esta vez, en vez de la usual columna, tenemos un mensaje de nuestros patrocinadores.

Atte.
(el) Mansa

 


 

Este es un mensaje de la Liga de Adopción Uruguaya de Chicos Huérfanos y Abandonados (o, por sus siglas, LAUCHA) para el bien de la sociedad.

Estimado ciudadano/a, quizá usted ya conozca campañas que hemos llevado a cabo (con diversos niveles de éxito… aunque más con niveles de fracaso que otra cosa) en tiempos pretéritos. Sin embargo, si hoy lo molestamos con este folleto, es para presentar nuestra nueva campaña:


Adopte su propio jugador de fóbal

La crisis del fútbol uruguayo se viene gestando desde mucho antes que la crisis económica del año 2002, apróximadamente lleva 40 años azotando a nuestro país, con niveles futbolísticos cada vez más mediocres y audiencias que compiten con «Playa Bar TV» (aunque lo conduzca Gaspar).

Sin embargo, en el imaginario colectivo, el jugador de fútbol sigue siendo una manera rápida y sin demasiado esfuerzo de llegar a la riqueza y la fama. Es por eso que a lo largo y ancho de el país, podemos ver a padres cagándose de frío (y a puteadas con los otros padres) en canchas de Baby Fóbal y a cientos de jóvenes entrenando trabajosamente para adquirir la fama.

En contados casos, los jugadores si consiguen la fama; como el señor de la foto, elegido por las corona española para facilitar el conflicto internacional que mantenían los gobiernos uruguayo y argentino por unas plantas de celuloide.

Sin embargo, cuando los jugadores pisan los veintipico de años, y aún no consiguieron el anhelado pase a Europa, es que son abandonados y quedan a su propia suerte. Ahí es donde entra en acción la LAUCHA, brindando a estos jugadores fracasados un apoyo moral, y si es posible, una familia que los acoja y les ayude a conseguir el tan soñado pase.

¿Por qué debo adoptar un jugador de fóbal?
Porque criar niños es difícil. Los jugadores de la LAUCHA se encuentran en una franja etaria de entre 24 a 30 años, casi no se cagan más encima, casi saben leer y requieren muy pocos cuidados. Además, nunca se sabe.. podría usted estar adoptando el próximo Zinedine Zidane.

¿Qué cuidados requiere un jugador de fóbal?
No muchos. Es fácil hacer feliz a un jugador de fóbal. A continuación brindamos información sobre las preferencias de un jugador.

Automóviles: La gran mayoría de los jugadores lo primero que hacen es adquirir un rodado, por lo general muy ostentoso, pero no siempre caro. Es muy fácil, cualquier cuatro por cuatro que ande en la vuelta o algún auto medio tuneado va a hacer feliz a su jugador. El jugador experimenta una subida de moral importante cuando cae a la concentración en su Chevette con luces de neón.

Sociabilidad: El jugador de fóbal es por definición un ser sociable, que gusta de asistir a recintos bailable (la «bailanta») y tener diálogos productivos con mujeres de escasa ropa (los «changos»). Por solo unos cuántos pesos semanales, tenemos asegurada la felicidad y la sociabilidad de nuestro jugador.

Uno de los recintos bailable a donde los jugadores más gustan de ir. También existen «Mariachi» y «Azabache». Un paraíso para nuestro jugador.

¿Qué problemas me puede traer un jugador de fóbal?
No muchos afortunadamente. Cierto, en ocasiones tras salir de la concentración pueden tener algún accidente de auto o dos. Es que uno de los problemas con los jugadores es su costumbre de participar en noches de parranda sin desenfreno, donde se incluyen drogas y travestis.

También puede ocurrir que su jugador de fóbal termine la noche saliendo a buscar travas, con lo cual usted podría despertarse con la maravillosa sorpresa de encontrar a «Margot» c omiendose un refuerzo en la cocina. De cualquier modo, esto es beneficioso para una sociedad más tolerante.

Otro de los posibles problemas es la ocasional gresca después de un partido, o durante la concentración, o después de un baile, o en los entrenamientos. De cualquier modo, usted sabe que su jugador de fóbal siempre va a estar dispuesto a liarse a golpes de puño, no importa la situación.

Recuerde, adoptando a un jugador, usted no solo hace feliz a este, sino a todos los negocios que dependen directamente de los jugadores de fóbal; como son las casas de masajes, la AUF, los periodistas deportivos, los diarios, etc.

Usted puede hacer feliz a un jugador como el de la foto. Llámenos!

Por otras campañas de la LAUCHA, contáctese con nosotros y nuestras operadoras le brindarán la información necesaria. Para adoptar inmigrantes camboyanos como esclavos para la fabricación de calzado, comuníquese con NIKE.

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