Cómo escribir un libro de fantasía medieval y volverse rico en el intento

¡Hey! ¡Baboso! ¡Tus consejos para escribir libros de auto ayuda no me sirvieron de nada; la fundación «Amigos unidos para que Paulo Coelho gane aún mas dinero que las absurdas cantidades que ya tiene» me demandó cuando saqué un libro!

Tranquilo joven padawan. Primero: es probable que el formato de la auto ayuda este medio trillado. Y segundo: estoy cagando, así que retirate de mi oficina y hablamos luego.

Okay… ¿Ahora?

Si, ahora puedes pasar…

¡Que olor!

Si. Nunca mezcles guiso de porotos con dulce de membrillo. ¿Así que te fue mal en el mundo de la literatura autoayudante? Bueno, es que ahora está de moda otro tipo de literatura y…

¿Podrías ponerte los pantalones por lo menos?

No. El artista siempre tiene que estar cómodo.
Como te decía, hoy en día, la moda es la fantasía medieval.

¿Fantasía medieval? ¿Qué es eso? ¿Por qué debería escribir algo sobre eso?

La fantasía medieval es un género literario que ha existido desde que aún ni siquiera había Edad media, y que últimamente ha sido reflotado debido al exito de ciertas novelas. Básicamente son libros sobre caballeros, magos, monstruos, dragones, doncellas, elfos, inquisición, quema de brujas, monarquías… bueno; todo lo que tenga algo ligeramente del medioevo.

¡Nadie se espera a la inquisición española en un libro de fantasía medieval! Aunque puede venir bien para darle una buena vuelta de tuerca, nunca se sabe...

Lamentablemente Tolkien escribió todo lo humanamente posible acerca de criaturas fantásticas, incluso los rituales de apareamiento de los Uruk-Hai, y todo libro de fantasía medieval va a ser necesariamente un refrito de «El señor de los anillos», y malo aparte.

Pero entonces…

Bueno, la cosa es, que la gente es muy fácilmente engañable. Basta con cambiar un par de nombres aquí y allá, y listo. Aparte, no olvides, existen una serie de personas que juegan rol . Algunos de ellos tienen imaginación, pero otros tienen que necesariamente copiar historias de libros. Y luego de un tiempo aburre copiar la muerte de Gandalf en Moria, o la batalla de Helm. Así que acuden a libros baratos hechos por autores desesperados. ¿Eragon? Si, claro

¡Hay que inventar una raza totalmente nueva! Y eh... pueden ser unos... eh... ¿Enanos? ehrm... ¿punks? ¡Y con tatuajes celtas! Si, y llamemoslos... ¿mûmbradïngürbandârleng?

Wow! Huelo una novela de FM!
No, en realidad estás oliendo el contraataque del guiso con dulce de membrillo. Pero sí te puedo decir que veo mucho dinero en el horizonte.
Genial! Ehh… ¿antes de empezar puedo vomitar?
No, maricón. Empecemos.

Un libro de fantasía medieval sigue ciertas reglas:

Primera regla: el bipolarismo moral radical
No existen los matices en las novelas de fantasía medieval. O uno es absurdamente bueno, noble y buen amigo; o se es un ser despreciable, ruin y con feo olor. No hay ambigüedades morales, no hay dudas acercas de los medios que llevan a un fin. No hay políticos. El bueno siempre lleva a cabo obras de elevado valor moral (el hecho de pasar a cuchillo a miles de orcos no hace que el bueno sea un genocida. Aunque esos orcos tuvieran hijos que alimentar) y el malo siempre realiza los peores actos de traición, saqueo, masacre y violencia; aunque de hecho no sirva a sus planes. Para conquistar un poblado insignificante va a prender fuego todas las cosechas y matar a todo el ganado, aunque hubiera podido servir para alimentar a sus súbditos. Así de jodidos son.

fantasia medieval bipolar

No hay que dejarse engañar por el trono y la sonrisa benevolente. Es un opresor de su pueblo y está loco. El hecho de que tenga un trono bao la luna y ni siquiera un toldito por si llueve nos indica que está chapita.

Por otro lado, y aunque el bueno realice acciones de dudosa conveniencia estratégica, nunca le va a salir el tiro por la culata. En el mundo real, un bienhechor por lo general termina hundido en la miseria; mientras que el despiadado y maquiavélico ser triunfa. Bueno, al menos en la fantasía medieval el bueno tiene su venganza.

Segunda regla: La existencia de la quimera mágica

No importa que el bando de los buenos sea avasallado por un millón, contra uno. En el momento de la derrota mas horrorosa y humillante; y la posible violación anal consecuente, el bueno va a usar alguna capa, anillo, espada o vibrador mágico que haga que todo dé un giro de 180º. ¿Por qué no lo usó antes? Pues probablemente porque como buena persona que es no quería tener una ventaja injusta (ver primera regla), que quería sufrir mucho y ver morir a muchos amigos antes de derrotar al malo. Será del Opus Dei supongo.

Necro lobo

El objeto mágico en cuestión. En este caso parece ser alguna especia de papa mágica. Y con ella está resucitando a sus compañeros caídos, aunque no se los ve muy contentos. Bueno, yo también estaría bastante iracundo si me sacan del eterno reposo con una papa. Si fuera un anillo, vaya y pase ¿pero una papa?

Tercera regla: el cambio abrupto de posiciones anímicas
Debe de tener algo que ver con el tema de la redención supongo. El más cagón de todos, el que se esconde en todas las batallas, el que por su culpa fallecieron millones de cachorritos y que además no es rubio ni de ojos celestes (Si, todos los escritores de fantasía medieval tienen algun problema de racismo incipiente, supremacía de la raza aria o alguna de esas idioteces nazi), ese mismo, en el peor momento, va a salvar a todos sus compañeros. Por lo menos los que quedan luego de viajar con el cobarde.

Claro está, que si hubieran largado al cobarde a la calle desde el primer momento no se verían en ese brete. Bueno, al menos los nerds que lean el libro se van a poder identificar con el cobarde y sentir que sus atribuladas vidas tienen sentido. NO LO TIENEN.

¿Terminaste? El olor en este baño es insoportable…

No, no terminé. Y no seas insolente o vas a tener que limpiar el baño luego.

En toda novela de fantasía medieval, hay alguna especie de pueblo que ama las artes, la música y la comida. Quizá los conozcas como «hippies» (¿Suena horriblemente parecido a «Hobbit» verdad? ¿Por qué será?). Siempre hay uno de esos pueblos que brindan sabiduría y montos de comicidad a la horrible aventura descrita en tu libro.
Además, el malo va a estar personificado por lo que mas odias. Si es el comunismo, tu «malo» va a ser un GRAN OJO ROJO, que vive en una tierra OSCURA Y HELADA y comanda hordas de hombres DE FACCIONES ESLÁVICAS/ASIÁTICAS.

horda fantasia medieval

De ninguna manera los orcos son una metáfora para los soviéticos. Los escritores de fantasía medieval no ponen mensajes políticos subliminales en sus obras. Nunca. Y no, Tolkien nunca fue simpatizante de Franco tampoco.

Si eres un tipo con poca suerte con las mujeres la «villana» va a ser una HORRIBLE BRUJA FRÍGIDA. Si en cambio eres una divorciada sin un mango, el «rival» va a ser UN TIPO HORRIBLE QUE SE JUNTA CON SUS AMIGOTES Y QUE NO PUEDE CON UN NIÑO. Seguramente el muy hijo de puta no podía pagar la pensión alimenticia y tuviste que escribir tu novela barata en algún café de Londres. Canalla.

Ah, no olvides de mechar algun idioma ininteligible para darle interés a tu historia y que parezca que realmente te quemaste el coco para escribir la basura que escribiste.

Y una vez terminado el libro… ¿qué hago?

De nuevo, el marketing lo es todo. Busca gente insegura y cuyas vidas sean realmente monótonas. Así te aseguras de conseguir «seguidores de culto» que se van a comprar remeras y van a citar frases de tu libro como si fueran las enseñanzas de Buda.
Págale a algunos vagabundos para que a la presentación de tu libro vayan disfrazados. Cuanto más ridículo el disfraz, mejor. De nuevo, acude a foros, fotologs y demases para panfletear como el «nuevo libro de Menecucho es el mejor del género y que hace que Harry Potter parezca el manual de magia del Mago Ariel Jr.»

Espera… La última vez seguí tus consejos y terminé en bancarrota. ¿Cómo sé que voy a triunfar esta vez?

Porque la fantasía medieval está de moda. Basta con ir a cualquier librería y ver los títulos. Si, exacto, todos son de basura de fantasía medieval o en su defecto, libros que tratan de ellos. Fenómeno «spinoff» que le dicen.

Aunque quizá el mayor éxito de los libros de fantasía medieval radica en que describen un mundo fantástico de enormes proezas, donde cualquiera puede ser un héroe con un poco de imaginación. Y en el mundo actual, lo más parecido a un acto heroico es dejarle el asiento del bondi a una vieja que de cualquier modo me va a mirar mal y ni gracias va a decir.

En un lugar de Oriandör, de cuyo nombre no quiero acordarme
básicamente porque es un nombre con raíces de diecisiete razas
distintas y para pronunciarlo hay que poseer tres laringes distintas,
vivía un hobbit, de esos de pies lanudos…

 

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